Grandes equipos en la historia han descendido, en Italia a Juventus y Milan ya les tocó. En Brasil equipos como Fluminense, Corinthians y Gremio fueron al “infierno” y regresaron para conquistar todo. Hoy no hubo milagro para River Plate; El estadio Monumental vivió el peor momento de su historia.
River Plate es el equipo que más títulos de Primera División ganó en el fútbol argentino y es el que lidera la tabla histórica de la máxima. En la actualidad la realidad es otra, es imposible conseguir un solo culpable en esta debacle. La institución que representa “El millonario” fue dejada a un lado por los que utilizan traje y corbata y no sienten ningún amor a su escudo: acuerdos y decisiones polémicas, barras bravas ocultados como hinchas y apoyados por dirigentes, mala política en fichajes. Otro punto que podemos señalar es el banquillo: Los técnicos hicieron mérito para ser acusados, hubo muchas “marionetas” y pocos resultados.
Hablando de fútbol ya van años sin tener un hilo conductor o un guión establecido, han ido de extremo a extremo: Ser un equipo vertical pero fantasmal en defensa hasta encontrarnos a un River Plate muy prudente, desconectados entre líneas y sin ganas de atacar; tímidos y tibios.
El día más triste de la historia en la historia de este club nos deja una ciudad destrozada, disturbios y conflictos, heridos, no más clásicos contra Boca Juniors, rumores de cierre del Monumental o comenzar en Segunda con puntuación negativa. Para River Plate debe y puede ser como cuando se repite un grado, no comenzar desde cero sino corregir los errores. Ojalá la visita al infierno sea corta y se lleve a los que solo ven el club como un negocio.
Por cierto, El Belgrano ascendió a primera división.
